Nutrición infantil: la alimentación adecuada en el primer año de vida

Los bebés dan muchos pasos en su primer año de vida. Para que estén siempre bien cuidados, la alimentación infantil es un aspecto importante. En nuestro artículo, te mostramos cómo alimentar a tu bebé de …

Nutrición infantil: la alimentación adecuada en el primer año de vida

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¿Durante cuánto tiempo debo amamantar a mi hijo?

Lo mejor es dar el pecho exclusivamente hasta los 5 meses. Después, puede seguir dándole el pecho, pero complementándolo con alimentos complementarios y reduciendo la lactancia a cero hasta el final del primer año de vida.

¿Puedo beber alcohol si estoy dando el pecho a mi hijo?

Lo ideal es no beber alcohol para garantizar una nutrición óptima del bebé. Sin embargo, si no quieres renunciar del todo a una copa de vino, amamanta antes a tu bebé y lo mejor es que te extraigas leche.
El problema es que el alcohol se descompone con relativa lentitud, por lo que pueden encontrarse residuos en la leche materna.

¿Los niños pueden comer sal?

Hay algunos alimentos que no son adecuados para la alimentación infantil. La sal sobrecarga los riñones y, por tanto, sólo es aceptable en dosis muy bajas, aunque también puede omitirse por completo.
Los productos precocinados suelen contener demasiada sal.

Los bebés dan muchos pasos en su primer año de vida. Para que estén siempre bien cuidados, la alimentación infantil es un aspecto importante.

En nuestro artículo, te mostramos cómo alimentar a tu bebé de forma sana y correcta, qué puede comer ya un niño y qué cosas debes evitar al principio.
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1. nutrición del bebé – lactancia materna, alimentación complementaria y comidas regulares

El primer año de vida del bebé es muy importante para su desarrollo. Al fin y al cabo, su peso es más del doble y tienen que conocer el mundo en todas sus facetas.
El pecho de la madre desempeña el papel más importante durante los primeros meses.

Lo ideal es dar el pecho a tu hijo en exclusiva durante los primeros 4 a 6 meses. Siempre que todo vaya según lo previsto, no tendrás que preocuparte por la alimentación posterior inmediatamente después del parto.

Después, comienza una fase en la que puedes empezar a darle gradualmente alimentos complementarios. La ración de leche disminuye gradualmente desde el cuarto o sexto mes hasta el décimo o duodécimo.
A continuación se pasa a las comidas familiares con recetas adaptadas a los niños.

Si no puedes darle el pecho, puedes empezar dándole al bebé una alimentación previa. Ésta sustituye a la leche materna.
También puedes dársela como complemento de la alimentación complementaria durante todo el primer año de vida
.

2. cercanía y familiaridad a la hora de comer

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La alimentación está crucialmente ligada al aspecto de la cercanía.

Si los bebés tuvieran que describir su primer año, probablemente hablarían menos de hambre y sed y mucho más de cercanía y seguridad.
Al fin y al cabo, estos aspectos son de gran importancia para el desarrollo posterior, además del puro suministro de micro y macronutrientes.

Por tanto, dedica siempre tiempo a la lactancia materna o a la alimentación complementaria. Tu bebé notará si estás agitada o relajada. De este modo, puedes transmitir automáticamente al bebé sentimientos negativos, como el estrés.

Aunque los niños en la primera fase de la vida tienen automáticamente una relación natural más fuerte con su madre, el cambio a la alimentación complementaria es una oportunidad para que tanto el padre como la madre se impliquen en la alimentación del bebé.
Como padres, asegúrense de reírse juntos cuando las cosas no vayan muy bien y los primeros intentos de alimentación salgan mal.

Atención: En las primeras semanas de vida, los estómagos de los bebés son todavía muy pequeños. Por eso, los niños necesitan beber aproximadamente cada una o tres horas.
Después, los bebés toman gradualmente más leche materna, por lo que los intervalos entre tomas también aumentan considerablemente
.

3 Alimentar al bebé: una tarea responsable durante el periodo de lactancia

Mientras estés amamantando a tu bebé, debes seguir los principios de una dieta sana y equilibrada. Si hasta ahora has descuidado este aspecto, ha llegado el momento de cambiar algo para proporcionar a tu hijo todos los nutrientes y minerales importantes.

Por eso, lo mejor es que sigas los siguientes principios:

  • No fumar y abstenerse del alcohol.
  • Disfrute del café con moderación. Lo mejor es no beber más de 1 ó 2 tazas al día.
  • Coma el menor número posible de alimentos flatulentos. Las cebollas sólo deben comerse en pequeñas cantidades.
  • Coma pocos cítricos, como naranjas, limones o pomelos.
  • Incluya suficiente calcio en su dieta. Los productos lácteos como el queso, el yogur o el requesón son fuentes especialmente buenas.
  • Los complementos alimenticios suelen ser innecesarios.
  • La cantidad de calorías que necesita aumenta unas 500 al día, pero varía de una persona a otra.
  • No hagas dieta mientras amamantas a tu hijo, ya que esto tiene un efecto negativo sobre la cantidad de leche y la composición de la leche materna.
Consejo: sigue una dieta variada. De este modo, tu bebé ya conocerá diferentes sabores.

4 La introducción de alimentos complementarios: un plan claro te facilita su preparación.

Productos ya preparados:
Como demuestra un estudio reciente, muchos productos precocinados para bebés contienen demasiado azúcar.

Para la introducción de la alimentación complementaria, se recomiendan purés de verduras. A continuación, se añaden patatas en la segunda semana.
En la tercera semana, añadir un poco de carne a la papilla de verduras.
Lo mejor es sustituir la carne por pescado graso, como el salmón, una vez a la semana.

También puedes alimentar a tu hijo con una dieta vegetariana. Sin embargo, a veces hay grandes obstáculos en cuanto a la composición. Si no estás seguro, habla con un experto en nutrición o deja de lado tus propias necesidades durante un tiempo.

Sustituye gradualmente no sólo una, sino todas las comidas del día de la lactancia materna por alimentos complementarios. A continuación, toma leche y papillas de cereales por la noche y fruta y papillas de cereales al final.

Como los niños se las arreglaban sin papillas en los primeros meses de vida, a algunos bebés les cuesta el cambio.
Por tanto, prueba con una papilla más líquida al principio. En cuanto la acepten, la comida puede volverse cada vez más sólida y con tropezones.

Consejo: Si cocinas tú misma para tu bebé y tu familia, tu hijo se acostumbrará rápidamente a la variedad de sabores. En cambio, con los productos precocinados existe el peligro de que todo sepa siempre muy parecido y los niños reaccionen menos abiertamente a las novedades.

Puedes ver una opinión de cómo podría ser la alimentación del bebé en su primer año de vida en este vídeo:

5. alimentos no aptos para la alimentación infantil en el primer año

Muchos padres tienen dudas sobre lo que está permitido en la alimentación del bebé y por eso buscan respuestas en una tabla o en un libro.
Para darte una primera pista y que no tengas que leer mucho sobre el tema, hemos enumerado brevemente en nuestra tabla los alimentos aptos y no aptos más importantes:

Alimentos buenos para la alimentación del bebé Alimentos inadecuados para la alimentación del bebé
Casi todas las verduras (zanahorias, calabacines, hinojo, calabaza, espinacas, etc.). Verduras que provocan flatulencias (cebollas, lentejas, guisantes, coles, etc.), verduras difíciles de digerir (pimientos) y verduras que contienen toxinas (berenjenas).
Aceites ecológicos de alta calidad Los aceites simples, especialmente los prensados en frío sin etiqueta ecológica, contienen a veces demasiadas sustancias nocivas.
Azúcar natural (en forma de fruta) azúcar y miel (tanto en bebidas como en alimentos)
Alimentos naturales, no procesados Productos precocinados con potenciadores del sabor, aromas y conservantes
Leche materna (sobre todo en el primer año de vida) Leche de vaca y productos con leche de vaca (en el primer año de vida)
Especias suaves (no obstante, los niños deben conocer primero el sabor puro de un alimento) Especias picantes, pimienta y sal (sólo aceptables en dosis extremadamente bajas).

A medida que tu hijo crezca, puedes desviarte cada vez más del plan y probar cosas nuevas.
No obstante, empieza siempre con cuidado y prueba, por ejemplo, una especia nueva como el tomillo y no una mezcla de especias para averiguar qué le gusta a tu hijo.

6. lectura para el embarazo – nutrición del bebé en el primer año de vida

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