Los niños muy sensibles son más sensibles que las personas que les rodean.
Si a un niño se le diagnostica alta sensibilidad, es importante reforzar su autoestima desde el principio.
Los niños muy sensibles reaccionan con mucha fuerza a los estímulos externos y necesitan periodos de descanso más largos para procesar sus propias emociones.
Para todos los padres, la vida cotidiana cambia en cuanto nace un bebé. Pero, ¿qué ocurre cuando un niño es especialmente sensible? ¿Existe una prueba para detectar a los niños muy sensibles y cuáles son sus características?
En nuestro artículo abordamos el reto de reconocer la hipersensibilidad y le mostramos qué consejos puede utilizar para reforzar la autoestima de su hijo.
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Índice de contenidos
1. los niños muy sensibles tienen una percepción especial
Los niños hipersensibles perciben la vida cotidiana de forma algo diferente. Por eso, un entorno ruidoso y agitado supone un reto especial para todos los niños. Algunos niños gritan con especial frecuencia cuando hay un ruido algo fuerte.
Sin embargo, en el entorno familiar protegido, los niños muy sensibles apenas se notan y su expresión es difícil de reconocer.
La primera visita a la guardería plantea grandes problemas a muchos padres, porque el inmenso impacto de las nuevas impresiones puede suponer un gran estrés para los niños muy sensibles.
Esto es especialmente problemático si los propios padres del niño no comprenden bien por qué reacciona así. En muchos casos, se hacen diagnósticos y suposiciones erróneas, por lo que a menudo se diagnostica TDAH o TDA.
Sinembargo, los niños que reaccionan de forma extremadamente sensible a su entorno no padecen en absoluto un trastorno por déficit de atención. Es más bien la sobreestimulación lo que hace que el niño no pueda más y se vuelva loco.
Si aparece alta sensibilidad en un bebé o un niño pequeño, los padres deben aprender a prestar atención a su comportamiento.
2. reconocer la alta sensibilidad en los niños
Investigación sobre el tema de la alta sensibilidad:
Hasta ahora, sólo hay unos pocos artículos científicos significativos sobre la alta sensibilidad. Si desea obtener más información sobre los antecedentes de la investigación, puede encontrar un artículo muy detallado de la revista Spektrum aquí.
Los niños muy sensibles suelen ser bastante reservados en su trato con los demás y reaccionan con relativa intensidad a los cambios.
Básicamente, no todos los niños reaccionan de la misma manera ante determinados estímulos externos, por lo que a veces resulta difícil interpretar correctamente los síntomas.
A continuación encontrará una breve lista de características que indican alta sensibilidad en los niños:
- los bebés no se calman en un entorno ruidoso
- algunos niños reaccionan con agresividad y enfado o se retraen en situaciones desconocidas
- tras un arrebato agudo, es difícil volver a calmar a los niños
- muchos niños se distraen con facilidad
- la higiene personal cotidiana es a veces difícil
- hay una fuerte reacción a la injusticia
- muchas prendas de vestir se perciben como desagradables
- ciertas experiencias ocupan a los niños durante mucho tiempo
- disposición perfeccionista
- un fino sentido de los olores
Tenga en cuenta que esta lista no es en absoluto exhaustiva y no puede sustituir a una prueba exacta. Sólo pretende darle una indicación de si un niño puede ser muy sensible.
3. Alta sensibilidad: una maldición y una bendición al mismo tiempo
Los niños muy sensibles no son en absoluto enfermos y no es absolutamente necesario tratarlos en consecuencia. Sin embargo, suelen tener algunos rasgos de carácter que pueden dificultar considerablemente la vida cotidiana, por lo que la terapia puede tener sentido.
Ésta sirve principalmente para dar a los niños suficiente confianza en sí mismos para que puedan enfrentarse a sí mismos y a su gran sensibilidad. Si los niños en edad preescolar reciben suficiente ayuda, la transición a la escuela ya no resulta tan difícil y los niños aprenden a valorar en qué situaciones necesitan retraerse para calmarse.
He aquí algunos aspectos positivos y negativos de la alta sensibilidad en los niños:
- son muy empáticos, por lo que es posible entablar estrechas amistades
- perciben el entorno de forma global y, por tanto, son capaces de captarlo con gran precisión
- son extremadamente curiosos y comprenden muchas cosas a una edad temprana
- suelen tener una gran imaginación y son muy creativos
- el afán de perfección hace posible un trabajo preciso (por ejemplo, los niños conocen innumerables detalles de un libro)
- a veces les resulta difícil relacionarse con grupos, por lo que se retraen (las formas extremas conducen a la soledad)
- están muy apegados a personas conocidas, necesitan apoyo
- dudan rápidamente de sí mismos
- El bajo umbral de irritación provoca dificultades en situaciones de estrés.
- necesitan más tiempo para procesar las cosas adecuadamente
- a menudo dedican un tiempo innecesariamente largo a los pequeños detalles
- los rasgos perfeccionistas a veces hacen que los niños sean lentos en la escuela
Intente sacar a la luz los aspectos positivos de las personas altamente sensibles (HSP) y practique desde el principio cómo afrontar situaciones difíciles.
Consejo: Dado que muchos niños altamente sensibles son muy inteligentes, todavía no está del todo claro hasta qué punto el comportamiento extremadamente sensible puede estar relacionado con la inteligencia.
4. la mejor manera de tratar a los niños muy sensibles
No siempre es fácil responder adecuadamente a las necesidades de los niños muy sensibles. Por un lado, es importante acostumbrar a los niños a otras personas y situaciones desconocidas lo antes posible. Por otro lado, esto no debe degenerar en una sobreestimulación dramática, por lo que hay que encontrar una línea fina.
En general, es importante comprender que los niños muy sensibles tienen su propio ritmo. A pesar de una comprensión muy rápida, algunos niños necesitan un poco más de tiempo para procesar exhaustivamente los conocimientos adquiridos. Sin embargo, esto también se debe a que la memoria a largo plazo ya está muy desarrollada a una edad muy temprana.
Con el tiempo, reconocerá en qué situaciones su hijo reacciona con mayor o menor intensidad. En este punto, intente poner el menor número posible de situaciones desafiantes seguidas. Los niños muy sensibles deben disponer siempre de suficiente tiempo de tranquilidad para no verse abrumados por sus propios sentimientos.
En la vida cotidiana, debe entender que su hijo no quiera ponerse el jersey que supuestamente le rasca, pero explíquele que es necesario para no resfriarse.
Lo mismo puede decirse de ir a la guardería, que es un gran obstáculo para muchos niños. Aunque la primera vez puede ser un poco más difícil y los niños ya están noqueados después de unas horas en la guardería, ésta también puede convertirse en un segundo hogar donde los niños se sienten muy a gusto.
Para ello, sin embargo, los niños tienen que aprender a soportar situaciones desagradables durante un breve periodo de tiempo e intentar superar su timidez.
Consejo: No escatime elogios y reconocimientos. Las cosas supuestamente cotidianas suelen estar asociadas a un gran esfuerzo para los niños muy sensibles, que deben ser apreciadas en consecuencia.
5. comprar una guía sobre cómo tratar a niños muy sensibles
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