- Los niños hiperactivos se distraen con facilidad y tienen dificultades para concentrarse.
- A menudo, los problemas sólo se hacen notar en la escuela. Un niño pequeño sólo tiene que permanecer sentado poco tiempo en la guardería, por lo que la hiperactividad puede pasarse por alto.
- Hasta ahora no se han confirmado los temores de que el diagnóstico de TDAH se haga con demasiada frecuencia.
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Los niños hiperactivos necesitan mucha atención. Por regla general, les resulta difícil concentrarse y centrar su atención en una sola cosa durante mucho tiempo.
Sin embargo, un niño inquieto no tiene automáticamente TDAH. Más bien, el diagnóstico requiere un examen detallado de cada niño.
En nuestro texto le mostramos qué signos indican hiperactividad, qué causas puede tener y hasta qué punto pueden tratarse los síntomas.
Índice de contenidos
1. los niños hiperactivos sufren déficit de atención
TDA y TDAH son términos médicos relativamente nuevos. Sin embargo, el síndrome hipercinético, que se manifiesta a través de un déficit de atención así como una fuerte impulsividad, ya se trataba en épocas anteriores.
El trastorno por déficit de atención con hiperactividad se caracteriza por los siguientes síntomas:
- Falta de concentración
- Ganas extremas de moverse
- comportamiento impulsivo
- inquietud interior
Como puede deducirse de estos términos generales, es difícil hacer un diagnóstico coherente. Sin embargo, los niños que son vivaces y no pueden permanecer con una tarea durante un tiempo especialmente largo no padecen automáticamente hiperactividad.
La capacidad de atención de un niño pequeño es relativamente limitada y el desarrollo a veces difiere muy claramente de unos a otros, por lo que trazar una línea resulta problemático.
No siempre es necesario tratar a los niños supuestamente hiperactivos. Sin embargo, si los niños muestran signos claros de un cierto trastorno de déficit de atención o una fuerte impulsividad, no debe pasarse por alto una visita al médico.
2 Tratar la hiperactividad: una idea excelente en algunos casos
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En primer lugar, hay que interpretar correctamente los signos de comportamiento hiperactivo. Si un niño es simplemente brillante y se emociona con muchas cosas, los padres deberían estar contentos en primer lugar.
Hay una delgada línea entre un niño activo y uno hiperactivo. Sin embargo, si un niño es capaz de dedicarse a una determinada tarea durante un periodo de tiempo más largo, no hay razón para clasificar este comportamiento como hiperactividad.
No obstante, si se diagnostica TDAH, el niño debe aprender a controlar sus pensamientos circulares.
Mediante la terapia psicomotriz o la terapia ocupacional, los niños tienen la oportunidad de mejorar su capacidad de atención, lo que les facilita seguir el ritmo de la escuela y de la vida en general.
El entrenamiento con neurofeedback ha cobrado especial importancia en este ámbito. Diversos estudios, como éste, demuestran que los niños sufren menos falta de atención y comportamiento hiperactivo e impulsivo a largo plazo.
El método de la neurorretroalimentación consiste en que los niños controlan determinadas imágenes en un monitor mediante el pensamiento.
Puede obtener una visión más detallada en este vídeo de YouTube:
Atención: la medicación sólo se utiliza en casos excepcionales, ya que sólo combate los síntomas, pero a veces cambia la personalidad de los niños afectados.
3. consejos para tratar a los niños hiperactivos
Múltiples causas:
La hiperactividad de un niño puede tener muchas causas diferentes. Además de componentes genéticos, también pueden considerarse problemas educativos o sustancias nocivas durante el embarazo.
No siempre es fácil para los padres mantener ocupados a los niños hiperactivos. Sin embargo, dado que esto es precisamente lo importante para tener el comportamiento bajo control a largo plazo, en los siguientes párrafos hemos recopilado para usted consejos que puede poner en práctica en la vida cotidiana.
Sin embargo, con todos los consejos bienintencionados, tenga en cuenta que cada niño es un individuo y, por lo tanto, los consejos deben basarse siempre en las necesidades de su hijo.
Por este motivo, hable lo más abiertamente posible con su hijo sobre hasta qué punto determinadas cosas funcionan o son más bien contraproducentes.
3.1 Reforzar la confianza en uno mismo
Casi todos los niños hiperactivos sufren de baja autoestima. Por eso, si es posible, hay que hacer cosas en las que los niños puedan mostrar sus puntos fuertes.
Anime a sus hijos a probar cosas y anímelos a hacerlo. Un abrazo, una mirada amistosa o un simple «¡Bien hecho!» tienen un efecto mucho mayor de lo que muchos padres creen.
3.2 Abordar directamente a los niños hiperactivos
Un gran problema en la comunicación es la falta de atención. Por lo tanto, durante las conversaciones, asegúrese siempre de mirar a su hijo directamente a los ojos y asegúrese de que recibe la información transmitida.
Gritar «¡Limpia tu cuarto!» al pasar no suele conducir al éxito porque, sencillamente, la petición no se percibe.
3.3 La alternancia entre descanso y movimiento
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Los niños hiperactivos necesitan mucho ejercicio. Sin embargo, esto no significa en absoluto que el niño tenga que correr de un lado para otro todo el día. Incluso en la guardería, a la edad de dos o tres años, es necesaria una buena mezcla de actividad y relajación.
Si notas que tu hijo no puede concentrarse en absoluto en un puzzle en ese momento, es buena idea que primero retoce en el jardín durante unos minutos para que luego encuentre la paz y la tranquilidad necesarias para una tarea de concentración de este tipo.
Consejo: Demasiado estrés sobrecarga a los niños hiperactivos y aumenta su nerviosismo.
3.4 Dividir las tareas: así se mantiene la capacidad de atención
Intente dividir las tareas complejas en varias etapas pequeñas. Después de cada etapa, dé a sus hijos la oportunidad de centrar su atención en otra cosa durante un breve espacio de tiempo y luego continúe trabajando en la tarea general.
Aunque esto pueda parecer un poco tedioso al principio, los niños aprenden a mantener mejor la atención durante el periodo comparativamente corto de mayor concentración.
Así que tómese su tiempo y no presione a los niños hiperactivos para que mejoren sus síntomas.
3.5 La dieta adecuada para los niños hiperactivos
Aún no se ha demostrado una relación clara entre la nutrición y la aparición de comportamientos hiperactivos en los niños. No obstante, diversos estudios indican que los colorantes, conservantes y potenciadores del sabor influyen negativamente en la hiperactividad de los niños.
Por lo tanto, hay que procurar que lleven una dieta lo más sana posible, sin productos precocinados, dulces ni bebidas que contengan azúcar o edulcorantes.
Para aclarar y analizar la influencia exacta de determinados alimentos, a veces se recomienda una dieta oligoantigénica.
4. guía para un aprendizaje eficaz con TDAH
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