Muchos niños adoptados sufren por haber sido entregados cuando eran bebés. Como parte de su búsqueda de identidad, suelen buscar a sus padres biológicos.
Tratar abiertamente la adopción ayuda a prevenir problemas y a mitigar los efectos tardíos de la entrega cuando se era niño.
Sobre todo en la adolescencia, el conocimiento de la adopción puede ser muy perturbador para su hijo. Póngase en contacto con médicos y terapeutas para ayudar a su hijo.
La adopción es un reto especial en la vida de padres e hijos. Para dominarla y evitar problemas, hace falta mucho tacto.
Muchos niños adoptados sufren la situación si no son capaces de afrontarla. En nuestro artículo, analizamos las dificultades en la crianza de los hijos y mostramos con qué problemas tienen que lidiar muchos niños adoptados durante la infancia y, especialmente, durante la pubertad.
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Índice de contenidos
1. la identidad perdida – niños adoptados en busca de estabilidad
Para ningún niño del mundo es agradable enterarse de que sus propios padres no son sus padres biológicos. Sin embargo, es igual de importante que todos los niños tengan la oportunidad de conocer la adopción.
Los que no pueden establecer una relación adecuada con su madre o su padre cuando son bebés o niños pequeños suelen tener dificultades para desarrollar la confianza. Si falta la confianza básica, esto ya puede desencadenar un trastorno de la personalidad, cuyos efectos tardíos siguen notándose en la vida adulta.
Por eso, algunos niños adoptados son bastante inseguros y temen volver a ser separados. Muchos niños se cuestionan a sí mismos y su comportamiento mucho más a menudo y prestan mucha más atención a cómo reaccionan los demás ante ellos.
Todos los padres que acogen a un niño y lo tratan con cariño desean naturalmente que no surjan problemas de identidad. Sin embargo, ya no se puede cambiar nada del desarrollo en la primera infancia.
Tantomás importante es que los padres hablen abiertamente con sus hijos adoptivos sobre la situación y les hagan sentir que pertenecen a la familia para siempre.
Consejo: Los padres deben evitar poner en evidencia a los padres biológicos. Aunque esto pueda ser cierto, dificulta innecesariamente la situación de los niños adoptados.
2 Las razones para renunciar a un hijo propio son múltiples
Cada vez se adoptan menos niños:
En 2017, el número de adopciones de niños fue de solo 3.888, frente a los 7.173 casos de 20 años antes. Alrededor de 2/3 de todos los niños adoptados son adopciones por hijastros, es decir, por un nuevo progenitor. Por cada niño adoptado real hay ahora más de 7 solicitantes.
Quienes deciden dar a un niño en adopción no suelen tomar esta decisión fácilmente. Muchas mujeres que, a pesar de todo, dan este paso suelen sentirse claramente abrumadas.
Sobre todo si no hay apoyo familiar, la futura madre es aún muy joven o se encuentra en una fase profesional difícil, el embarazo inesperado puede sumir la vida por completo en el caos.
Como no es una opción sensata ni para la psique de la madre biológica ni para el niño, renunciar al propio hijo es una solución en algunos casos.
En este vídeo de YouTube puedes ver brevemente la historia de tres madres que decidieron renunciar a su hijo:
Por el contrario, los casos en que un niño es separado de su familia por malos tratos de los servicios de asistencia a la juventud son muy raros en Alemania.
3. los conflictos dominan la vida de muchos niños adoptados
Tarde o temprano, muchos niños quieren saber de dónde vienen. Sin embargo, debido a la opción de la adopción anónima, esta pregunta suele quedar sin respuesta. Por eso es tan importante que los niños adoptados puedan deshacerse de todas sus preguntas para no tener que cargar con ellas durante mucho tiempo.
Por eso, todos los padres deberían prepararse desde el principio para algunas de las preguntas de sus hijos:
- ¿Quién es mi verdadera mamá?
- ¿Por qué no me quisieron mis padres?
- ¿Me devolverán?
Si estas preguntas te asaltan de improviso, lo normal es que tengas que tragar saliva más de una vez. Por eso, lo mejor es pensar en algunas respuestas desde el principio para fortalecer a tu hijo y generar confianza.
Algunos niños ya hacen estas preguntas a los tres o cuatro años. Por tanto, las posibles respuestas deben ser correspondientemente sencillas.
En el curso de la crianza de los hijos, suele haber una segunda fase difícil durante la pubertad. Durante esta época, los adolescentes suelen rebelarse y a menudo aprovechan el hecho de su propia adopción para distanciarse de los padres adoptivos.
Frases como : «Yo no soy como tú, soy como mi madre biológica», no son raras en esta fase, pero no deben plantear dudas si la relación se ha fortalecido.
En este punto, los padres pueden intentar dar la vuelta a la tensa situación. Con la respuesta «Así es, tus ojos brillantes los habrás heredado de tu madre biológica», se suele conseguir más que enzarzándose en una confrontación.
Consejo: Cuanto más abiertamente tratéis la situación como padres adoptivos, menos a menudo se producirán enfrentamientos drásticos. La adopción forma parte de la vida. Por tanto, no puede ni debe mantenerse en secreto.
4. Acepte ayuda: el asesoramiento profesional es útil en situaciones difíciles.
Muchos problemas pueden resolverse en familia. Escucharse, tratarse con respeto y tener una relación de confianza facilitan la búsqueda de soluciones incluso en asuntos complicados.
Sin embargo, los grandes trastornos, como una mudanza o un divorcio, pueden despistar rápidamente incluso a los hijos adoptivos algo más estables.
Si su hijo sufre trastornos del sueño, se muestra cada vez más retraído o tiene problemas de autoestima, no dude en buscar ayuda psicológica. Si los problemas se tratan en una fase temprana, a menudo es posible controlar efectos tardíos mucho más problemáticos.
5 Más información sobre cómo tratar a los niños adoptados
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