Si los niños muestran un comportamiento oposicionista, lo reconocerá por el rechazo básico de otros adultos o niños. Otros signos también apuntan a este trastorno del comportamiento.
Las causas del trastorno de conducta pueden ser genéticas y/o familiares.
En estos casos, la terapia ayuda a enseñar a los niños a acceder a su propio mundo emocional y a regular sus sentimientos.
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El comportamiento oposicionista de niños y adolescentes complica la convivencia.
Sin embargo, dado que no siempre es fácil diferenciar entre comportamientos que siguen estando dentro de los límites y auténticos trastornos, en nuestro artículo nos gustaría examinar más de cerca el comportamiento oposicionista.
Aprenderá cuándo se aplica la definición a un niño, qué causa el comportamiento rebelde y hasta qué punto puede ayudar la terapia.
Índice de contenidos
1. comportamiento de oposición – explicación del término
Dependiendo del desarrollo individual, la fase desafiante en los niños comienza como muy pronto a los 18 meses y suele terminar como muy tarde cuando el niño empieza la escuela.
El comportamiento desafiante de los niños puede sacar de quicio a algunos padres, pero en la mayoría de los casos es inofensivo y temporal.
Los niños que se tiran al suelo gritando cuando algo no les gusta o tiran objetos al suelo pueden asustar mucho, pero no suelen indicar un trastorno mental.
En cambio, el comportamiento oposicionista se manifiesta por los siguientes aspectos:
- manta comportamiento de desaprobación hacia los adultos u otros niños
- comportamiento irascible; ataques de ira rápidos y violentos
- contestación constante y desprecio general por los demás
- comportamiento a veces despiadado e insultante
- gran dificultad para seguir las normas
- frecuentes violaciones deliberadas de las normas establecidas
- culpar a los demás de forma generalizada
- incapacidad para reconocer sus propios errores
Según la definición, además de la presencia de varios de estos factores, el periodo de comportamiento oposicionista debe prolongarse al menos seis meses.
En el caso de los niños en fase desafiante, los comportamientos, a veces similares, suelen mejorar con el tiempo.
2 Comportamiento oposicionista en el contexto de otros trastornos
.El comportamiento oposicionista pertenece al ámbito de los trastornos del comportamiento social. Según la Clasificación Estadística Internacional de Enfermedades y Problemas Relacionados con la Salud, abreviada CIE-10, las distintas formas se agrupan bajo el número F91.
El enlace correspondiente a la página web del Instituto Alemán de Documentación e Información Médica puede encontrarse aquí.
Incluso según las investigaciones actuales, existen grandes problemas para distinguir entre sí las distintas formas de trastornos del comportamiento social. Sin embargo, el trastorno negativista del comportamiento no suele presentarse de forma aislada. En muchos casos, los niños muestran síntomas de TDAH a una edad temprana.
Sin embargo, es importante señalar que, aunque el comportamiento oposicionista puede entenderse como travieso e irrespetuoso, los niños son capaces de reconocer los límites.
Cuando estos límites se traspasan claramente, la mayoría de los niños son capaces de sentirse culpables.
Por el contrario, un trastorno de conducta disocial representa un aumento de la conducta oposicionista y se expresa además mediante el uso de la violencia hacia personas o cosas.
Los niños y adolescentes con un trastorno de conducta disocial son poco o nada capaces de mostrar consideración por los sentimientos de los demás y de sentir compasión. Esto a menudo conduce a daños a la propiedad, lesiones corporales o el maltrato de animales.
3. causas del trastorno negativista del comportamiento
Por regla general, los trastornos del comportamiento social se deben a una combinación de causas genéticas y a la situación dentro de la familia.
Un alto nivel de impulsividad, nerviosismo y trastornos por déficit de atención son factores decisivos en el comportamiento rebelde de los niños. Por tanto, los niños que padecen TDAH tienden a ser más propensos.
Si los niños sufren abandono, malos tratos u otras formas de desatención, también aumentan las probabilidades de que se produzcan comportamientos antisociales.
El apoyo emocional y un clima familiar armonioso son, por tanto, los elementos básicos para prevenir el comportamiento antisocial.
En este vídeo de YouTube puedes ver algunos consejos generales para afrontar situaciones problemáticas:
Atención: la falta crónica de motivación en la escuela también puede dar lugar a un comportamiento oposicionista si hay superdotación. Sin embargo, esto sólo afecta a algunos casos excepcionales.
4 La terapia ayuda a los niños en su desarrollo posterior
.Si los niños no han aprendido lo suficiente para afrontar sus propias emociones y controlar su comportamiento impulsivo, los terapeutas infantiles y juveniles pueden ayudarles a mejorar su comprensión de otras personas.
En el centro de esa terapia está la percepción del propio mundo emocional y la consiguiente posibilidad de poder controlar esos sentimientos.
Esto suele hacerse en el marco de la psicoterapia. La medicación sólo se utiliza en casos excepcionales.
Dependiendo del grado y la gravedad, así como de la duración del trastorno mental, la terapia tiene lugar en régimen ambulatorio o en régimen de hospitalización parcial o total.
Consejo: no dude en consultar a un psicólogo si observa signos de comportamiento oposicionista. Al fin y al cabo, está ayudando a su hijo, aunque al principio no lo parezca.
5. guías recomendadas para padres
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