Muchos niños tienen estos episodios especiales. Por regla general, esto afecta sobre todo a la fase comprendida entre el cuarto y el duodécimo año de vida.
Los sonámbulos pueden sufrir accidentes, algunos de ellos graves. Sin embargo, la amplitud de movimiento suele ser limitada y el hecho de ser sonámbulo en sí no indica problemas neurológicos.
Lo ideal es guiar suavemente a su hijo de vuelta a la cama sin despertarle. De lo contrario, sus únicas opciones son eliminar las fuentes obvias de peligro, como los peligros de tropiezo, y cerrar las puertas con llave.
El sonambulismo infantil es un fenómeno que asusta a muchos padres. Sin embargo, los trastornos del sueño en los niños no suelen ser peligrosos.
En nuestro artículo analizamos las causas, te mostramos qué puedes hacer si tu hijo es sonámbulo y hasta qué punto es necesaria una visita al médico.
[button]Consejos para padres y somníferos para niños[/button]Índice de contenidos
1. el sonambulismo no es infrecuente en los niños
El sonambulismo es cualquier cosa menos inusual. Aunque los adultos sólo se ven afectados por este fenómeno en un uno por ciento aproximadamente, esta inusual fase nocturna afecta a un número cada vez mayor de niños.
En realidad, durante el sueño se desactiva el centro motor, de modo que no podemos levantarnos de la cama sin despertarnos. Aparentemente, sin embargo, los sonámbulos no se desactivan, lo que hace posible levantarse sin despertarse.
Secalcula que alrededor del 15-30% de todos los niños de entre cuatro y doce años son sonámbulos al menos una vez, y alrededor del 5%lo son con más frecuencia.
Sin embargo, es extremadamente difícil obtener cifras fiables en este ámbito, ya que no todos los padres se dan cuenta de que su hijo es sonámbulo.
Esto no se debe tanto a una falta de atención como al hecho de que la mayoría de los niños y adolescentes ni siquiera salen de la cama, pero se encuentran en una fase entre el sueño y la vigilia.
Aunque el sonambulismo se incluye en la categoría de parasomnia y, por tanto, es una de las enfermedades reconocidas según la Clasificación Estadística Internacional (CIE-10 F 51.3), el peligro real para los sonámbulos es extremadamente bajo.
2. el sonambulismo en los niños – en busca de las causas
El interesante hecho de que tanto los niños pequeños como los algo mayores se vean afectados por el sonambulismo con bastante más frecuencia que los adultos ha impulsado a los investigadores a llegar al fondo de este hecho.
Hasta ahora , sin embargo, las causas no se han aclarado de forma concluyente. Lo que sí es cierto es que entre el 50 y el 60 % de los niños sonámbulos tienen al menos un progenitor que es sonámbulo o que sigue siéndolo de adulto. Por tanto, no cabe duda de que existe un componente genético.
Además, los procesos cerebrales modificados en el curso del desarrollo se consideran responsables de la circunstancia especial del sonambulismo.
Durante la infancia, deben establecerse una y otra vez nuevas conexiones nerviosas para poder almacenar la información recién adquirida.
Debido al aumento de la actividad nocturna, el centro motor a veces no se desconecta por completo, por lo que los niños son sonámbulos.
3. la terapia no suele ser necesaria
Medicamentos contra el sonambulismo:
Existen algunos medicamentos que se utilizan contra el sonambulismo. Sin embargo, debido a su modo de acción, sólo deben utilizarse en casos extremos con niños. Muchos expertos desaconsejan totalmente su uso.
Por regla general, los niños no necesitan tratamiento si son sonámbulos de vez en cuando. En la mayoría de los casos, el comportamiento se vuelve menos grave con la edad y desaparece por completo durante la pubertad.
Sin embargo, si el sueño normal no se produce con una frecuencia excepcional, hay que consultar al médico. En raras ocasiones, las enfermedades neuronales también pueden desencadenar trastornos convulsivos y sonambulismo.
Los refuerzos negativos, como el estrés o la privación de sueño, aumentan la probabilidad de padecer sonambulismo nocturno. Sin embargo, dado que un sueño sano es importante para el desarrollo, la terapia del sueño puede ayudar en estos casos. En algunos casos, también puede ser adecuada otra forma de terapia si aparecen otros problemas o se consideran causas psicológicas como desencadenantes.
Precaución: la fiebre y las infecciones de corta duración aumentan el riesgo de que los niños sean sonámbulos.
Puedes ver los efectos que puede tener la deambulación nocturna en casos extremos en este vídeo de YouTube:
https://www.youtube.com/watch?v=Y9s-wnl4tDQ4. el sonambulismo puede llegar a ser peligroso
El dicho popular siempre dice que no hay que despertar a las personas sonámbulas. Aunque crucen un tejado, no les pasará nada.
Sin embargo, no es cierto que los sonámbulos tengan pleno control sobre su cuerpo.
Es cierto que las habilidades motoras básicas funcionan en gran medida con normalidad. Sin embargo, esto no significa que los niños no puedan confundir una puerta con una ventana o caerse por las escaleras porque su visión sea limitada.
Sin embargo, no debe preocuparse demasiado por la salud de sus hijos, ya que la mayoría de los niños sonámbulos se limitan a levantarse de la cama, mirar por la habitación y moverse muy poco, si es que se mueven.
No obstante, para proporcionar un poco más de seguridad, puedes cerrar bien las ventanas y las puertas, de modo que los accidentes queden más o menos descartados.
En cualquier caso, es cierto que no debes despertar a un sonámbulo. Sin embargo, tienes la opción de agarrar suavemente a tu hijo por el brazo y conducirlo lentamente de vuelta hacia la cama.
También puede cogerlo en brazos y llevarlo a la cama. No obstante, trate de ser lo más suave posible para evitar despertarlo accidentalmente.
Consejo: bajo ninguna circunstancia le digas a tu hijo que es sonámbulo por la noche. Esto suele aumentar el nivel de estrés, lo que puede provocar episodios de sonambulismo aún más frecuentes.