Las primeras semanas son siempre un reto especial, pero todavía no una verdadera rutina diaria, ya que normalmente ambos padres están en casa.
Después de unas 8 semanas, comienza lentamente la fase en la que debería desarrollarse gradualmente un ritmo.
Intenta utilizar el tiempo de forma eficaz. También es importante planificar conscientemente las fases de relajación para no agobiarse.
Reúnete con otras madres o padres para intercambiar ideas. Pero, además, busca un reto individual que te ayude personalmente.
En cuanto nace un bebé, la vida cambia bruscamente. Aunque esto es bastante deseable, en la vida cotidiana surgen rápidamente muchas situaciones que, en un principio, pueden abrumar a los padres.
En este artículo te enseñamos a organizar el día a día con un bebé de la mejor manera posible para que no te agobies ni te aburras.
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Índice de contenidos
1. dominar la vida cotidiana con el bebé – el primer paso es acostumbrarse al cambio
La vida cotidiana con un bebé no tiene mucho en común con lo que era la vida antes o incluso durante el embarazo. La repentina responsabilidad de ser padres de un niño es grande.
Sin embargo, con un poco de confianza en que todo irá bien, es posible aceptar el nuevo papel.
Suele ser mucho más difícil acostumbrarse a un cambio de vida. En lugar de ir a trabajar y pasarlo bien juntos, ahora el bebé es el centro de atención.
Apenas queda tiempo para sentarse cómodamente en el sofá o quedar con los amigos. Esta fase, poco después del nacimiento, se vuelve aún más estresante porque la mayoría de los bebés no parecen tener muchas ganas de dormir durante largos periodos seguidos.
El ritmo día-noche se resiente y aparece una especie de cansancio permanente, que rápidamente genera más estrés.
Aunque al principio es muy duro, también hay muchos pequeños momentos de felicidad que demuestran que el esfuerzo merece la pena.
Cuando un recién nacido sonríe o se duerme plácidamente en tus brazos, todo vuelve a estar bien en el mundo.
Tómate tu tiempo para la primera fase y no te exijas demasiado. Sin embargo, en cuanto te hayas acostumbrado a la nueva situación, al cabo de unas semanas, debes intentar estructurar tu vida cotidiana con el bebé, porque a partir de ahora hay que aprovechar mejor el tiempo.
En este vídeo puedes ver una pequeña muestra de la vida cotidiana con el bebé poco después del nacimiento:
2. cómo estructurar tu vida cotidiana con el bebé
Para que el día a día con tu bebé no sea ni agotador ni aburrido, intenta estructurarlo claramente.
Esto requiere una acción constante, pero merece la pena porque así puedes disfrutar de momentos mucho más bonitos del día.
Según cifras de la Oficina Federal de Estadística, en 2018 hubo más de 787.000 nacimientos en Alemania. Así que no estás en absoluto sola en la tarea de sobrellevar el día a día con un bebé.
2.1 Gestionar el hogar: no es tarea fácil con un bebé pequeño
Una vez pasadas las primeras semanas, uno de los progenitores suele volver al trabajo. A menudo, la madre se queda en casa durante el año siguiente y tiene que ocuparse del bebé y de otras responsabilidades domésticas.
Por regla general, esto se puede hacer bien, siempre que se tome una tarea cada vez y no se intente hacer muchas cosas al mismo tiempo.
Como la atención se centra en el bebé, hay que restar la hora de comer y el tiempo para cambiarle los pañales y realizar actividades. Como esto es mucho, sólo quedan unas pocas horas en las que realmente puedes hacer otra cosa.
E incluso durante este tiempo, es difícil apartar los ojos del bebé.
No obstante, intenta crear desde el principio un ritmo claro al que tu hijo tenga que acostumbrarse. Eso sí, dedica sólo uno o, como mucho, dos ratos al día a limpiar o hacer la colada.
Si, por el contrario, intentas coger la fregona cada vez que dejas de dar el pecho, acabarás rápidamente con mucha frustración.
Consejo: si no consigues aprovechar el tiempo habitual para pasar la aspiradora, así son las cosas y puede esperar al día siguiente.
La vida se puede organizar a grandes rasgos, pero nunca planificar con exactitud.
2.2 Planifique periodos de descanso para usted y su hijo
No sólo tú, también tu hijo necesita un poco de descanso y relajación de vez en cuando. Piensa cuándo te apetece más desconectar y aprovecha esta fase para dar un paseo al aire libre con tu hijo.
Respira hondo cuando empujes el cochecito. En la mayoría de los casos, incluso los niños muy hiperactivos se calman durante un paseo al aire libre.
Intenta concentrarte completamente en ti misma durante este tiempo y utiliza la fase como un momento de relajación consciente.
Al principio puede resultar un poco difícil, ya que los pensamientos no siempre se calman tan rápidamente, pero con el tiempo se convierte en un ritual fijo del que muchas madres ya no quieren prescindir.
2.3 Preparar y cocinar la comida
Para muchas madres, cocinar la comida y la cena es muy estresante. Si el bebé llora mientras las verduras hierven en la olla, rara vez se puede salvar el ánimo.
Como consecuencia, los pequeños suelen ponerse las pilas, ya que ahora también se tarda más en tener algo para comer.
Porlo tanto, planifica periodos en los que suele haber algo más de tranquilidad para preparar la comida y la cena.
Muchas cosas se pueden hacer estupendamente con antelación, por lo que no es ningún problema apagar la olla más tarde y dedicar cinco minutos intensos a tu bebé.
Cuanto más ajetreada estés, peor será tu día a día con el bebé. Por eso, intenta mantener siempre la calma, aunque las cosas no salgan como habías planeado.
3 El día a día con un bebé requiere trabajo en equipo
No sólo las madres, sino también los padres son responsables de estructurar la vida cotidiana. Sin embargo, los que llegan a casa agotados tras un largo día de trabajo rara vez son de gran ayuda.
Por eso, es mucho mejor volver a casa sólo cuando se está dispuesto a pasar un rato intenso con el bebé.
Así que si acabas de tener una cita estresante y tu mente sigue atascada en el trabajo, deberías parar de camino a casa, salir y caminar unos metros para tomar un poco de aire fresco.
Esto te ayudará a despejarte y a dar espacio a tu pareja en casa.
Para que todo funcione bien en la familia, cada progenitor debe ser capaz de asumir todas las tareas del otro.
De lo contrario, a más tardar cuando caiga enfermo, se encontrará con un gran problema difícil de afrontar.
4. consejos contra el aburrimiento en la vida cotidiana
Pero, por desgracia, las exigencias excesivas no son lo único que caracteriza la vida cotidiana con un bebé. Muchas mujeres luchan contra el hecho de que el día es muy aburrido después del nacimiento de su hijo.
Sin embargo, esto no tiene por qué ser así.
Aunque ya no haya tiempo suficiente para las actividades que antes eran posibles, muchas madres se limitan innecesariamente.
Por lo tanto, busca siempre nuevos retos. Pueden o no tener nada que ver con tu bebé.
Restaura un mueble viejo, sigue estudiando o dedícate al diseño de interiores.
De este modo, volverás a poner la cabeza en el trabajo.
Aunque a veces te resulte muy difícil integrar estos puntos en tu vida cotidiana con el bebé, esto te ayudará a adquirir una nueva motivación.
Además, el deporte es una buena forma de compensarlo. Así, una vez pasados los primeros meses de gimnasia postnatal, podrás ejercitarte de verdad.
No tengas miedo de dejar a tu bebé con tus propios padres o con una niñera durante una o dos horas al principio.
Así recargarás tu batería personal y podrás estar al lado de tu hijo mucho mejor.
Consejo: No ayuda a un bebé que su propia madre esté siempre presente pero nunca realmente presente mentalmente.