Reducir la fiebre en los niños: lo que hay que tener en cuenta

Los niños suelen tener más fiebre que los adultos porque su sistema inmunitario aún no funciona tan bien. La fiebre sólo se vuelve peligrosa por encima de 40,1 °C. A partir de 41,0 °C hay …

Reducir la fiebre en los niños: lo que hay que tener en cuenta

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  7. Reducir la fiebre en los niños: lo que hay que tener en cuenta
  • Los niños suelen tener más fiebre que los adultos porque su sistema inmunitario aún no funciona tan bien.
  • La fiebre sólo se vuelve peligrosa por encima de 40,1 °C. A partir de 41,0 °C hay que actuar de inmediato.
  • En la mayoría de los casos, no es necesario recurrir a los antifebriles para bebés ni a otros medicamentos antifebriles para niños.

Una temperatura corporal elevada hace que muchos padres entren en pánico. Pero, ¿en qué momento se tiene fiebre? ¿Tiene sentido el deseo de reducir la fiebre en los niños? ¿Y a partir de qué temperatura corporal es realmente adecuada esa preocupación?

En nuestra guía, abordamos el tema de la fiebre y explicamos qué remedios caseros y medicamentos ayudan contra la fiebre alta. Además, detallamos en qué momento tiene sentido una visita al médico.

1. la fiebre no es una enfermedad en sí misma, sino un síntoma

Viren und Bakterien
Al elevar la temperatura central del cuerpo, el organismo intenta eliminar virus y bacterias.

A menudo parece como si la fiebre se produjera sin ningún sentido. Más bien, el aumento de la temperatura corporal siempre se produce cuando el sistema inmunitario del cuerpo ataca y quiere eliminar otras infecciones lo antes posible.

Numerosos virus y bacterias no son resistentes al calor, por lo que los agentes patógenos pueden destruirse elevando la temperatura.

Los bebés y los niños pequeños tienen fiebre con relativa rapidez porque, a diferencia de los adultos, su sistema inmunitario aún no está completamente desarrollado. Por eso es importante eliminar virus y bacterias lo antes posible para no poner en peligro su salud. Por tanto, un aumento de la temperatura en un bebé no es nada inusual y no debe malinterpretarse como una enfermedad en sí misma.

Especialmente cuando el bebé entra en contacto por primera vez con un determinado virus, la fiebre es comparativamente alta. Puede alcanzar rápidamente temperaturas superiores a 40 °C, por lo que muchos padres se asustan.

Si este es el caso, sin embargo, es importante mantener la calma. La temperatura corporal por sí sola no determina lo enfermo que está realmente un paciente. Es mucho más importante un diagnóstico exhaustivo.

Sin embargo, con una temperatura corporal de 40° o más, es aconsejable tomar la fiebre con regularidad para vigilar un nuevo aumento y poder reaccionar rápidamente en caso necesario.

Consejo: Si los bebés tienen fiebre alta, la enfermedad suele desaparecer rápidamente. Por ello, los fármacos antifebriles pueden tener un efecto negativo en la evolución de la enfermedad. Por tanto, no se los administre antes de tiempo con la intención de hacer algo bueno por su hijo.

2. fiebre – de qué temperatura procede el nombre

La temperatura corporal oscila entre 36,0 y 37,4 °C a lo largo del día. El valor es especialmente alto por la tarde, mientras que las lecturas más bajas se alcanzan por la noche.

Los médicos dividen la fiebre en las siguientes categorías:

Denominación Temperatura corporal
Temperatura normal 36,0 a 37,4 °C
Temperatura elevada 37,5 a 38,0 °C
Fiebre leve 38,1 a 38,5 °C
fiebre moderada 38,6 a 39,0 °C
fiebre alta 39,1 a 40,0 °C
Fiebre muy alta a partir de 40,1 °C (hasta 41,0 °C)

Si la fiebre alcanza valores de 41 °C, es necesario actuar de inmediato para evitar daños en el organismo. Sin embargo, por regla general no es necesario bajar la fiebre en los niños. Más bien, la fiebre alcanza normalmente su pico natural en un intervalo entre 40 y 41 °C.

3. cómo bajar la fiebre

Fieber richtig messen
Puedes tomar la temperatura de tu hijo de forma rápida y precisa con un termómetro de oído.

Existen diferentes formas de medir la temperatura corporal con precisión. Lo mejor es utilizar un termómetro clínico digital para tomar la temperatura.

Puede obtener valores muy precisos tomando una lectura rectal. En este caso, es especialmente importante garantizar una desinfección completa.

Al medir debajo de la lengua, hay que añadir entre 0,3 y 0,5 °C. Con niños pequeños, sin embargo, la medición en este punto suele ser difícil porque hay que mantener la boca cerrada durante la medición, que puede durar unos 60 segundos.

Otra posibilidad es medir la fiebre bajo la axila. Sin embargo, en comparación con los otros métodos, éste es bastante inexacto y hay que suponer unos 0,5 °C más.

Consejo: Los termómetros de oído modernos, en cambio, ofrecen una medición rápida y fiable en pocos segundos. Sin embargo, en comparación con los termómetros digitales clásicos, su adquisición es algo más cara.

Si no tiene a mano un termómetro clínico, también puede notar una fiebre alta con relativa facilidad colocando la mano en la frente de su hijo.

4. remedios antifebriles de un vistazo

Básicamente, no se necesita ningún remedio para bajar la fiebre de un niño. Sin embargo, si la temperatura sube demasiado o el estado general es malo, no hay nada que objetar a los intentos activos de reducir la temperatura corporal.

Si se utilizan medicamentos, la dosis es de importancia decisiva para los niños. Entre los medicamentos para bajar la fiebre están el ibuprofeno y el paracetamol.

Wadenwickel bei einem Kind
En la mayoría de los casos, las medidas antifebriles son innecesarias
.

El principio activo ácido acetilsalicílico, abreviado AAS, también tiene un efecto antifebril, pero no debe utilizarse en niños. Lo mismo se aplica al uso de la corteza de sauce, conocida por la homeopatía.

Para los bebés, los supositorios antifebriles son adecuados porque son fáciles de insertar. La dosis de un supositorio antifebril para bebés se ajusta en consecuencia, de modo que los padres no pueden equivocarse en este caso.

Los zumos para la fiebre, en cambio, sólo se recomiendan en cuanto los niños son un poco mayores. Se debe esperar aún más tiempo antes de tomar comprimidos. En particular, la dosificación correcta suele plantear dificultades.

En la mayoría de los casos, sin embargo, puedes arreglártelas sin medicamentos utilizando remedios caseros de eficacia probada para bajar la fiebre a los niños.

Los siguientes remedios caseros han demostrado su utilidad para combatir la fiebre:

  • Envoltura de las pantorrillas: humedece dos toallas con agua fría (posiblemente también con un poco de vinagre) y envuélvelas suavemente alrededor de ambas pantorrillas. A continuación, coge una toalla seca y envuélvela alrededor de las piernas. Retira las vendas de las pantorrillas al cabo de unos cinco minutos.
    De este modo, conseguirás que la sangre se enfríe y fluya por todo el cuerpo.
  • Date un baño frío: Un método alternativo para reducir la fiebre en los niños es tomar un baño frío. La temperatura debe estar entre 25 y 30 °C para bajar lentamente la temperatura corporal. Cinco minutos de baño son suficientes para bajar la fiebre.

5. preguntas y respuestas importantes – FAQs

¿Las convulsiones febriles son un factor desencadenante de la epilepsia?

La Universidad de Bonn investiga en un estudio la influencia de las convulsiones febriles en el posterior desarrollo de la epilepsia. Debido a la acumulación familiar, parece probable una conexión genética.

¿Cuándo debo acudir al médico?

Es conveniente visitar al médico si la fiebre supera los 40,0 grados centígrados. Por lo demás, el grado de necesidad de una cita con el pediatra depende en gran medida del estado de salud individual del niño.

En caso de cansancio intenso, fatiga, así como dolores de cabeza o diarrea y vómitos, tiene sentido acudir al médico. Sin embargo, si los síntomas son menos pronunciados y desaparecen al cabo de unos días, el reposo y la cercanía son totalmente suficientes.

Si aparece fiebre en bebés menores de tres meses, acuda al pediatra para que se lo aclare. Esto ya se aplica a partir de una temperatura corporal de 38,1 °C.

¿Qué medidas son útiles en caso de fiebre?

Es especialmente importante que el niño descanse lo suficiente. Los padres también deben procurar que el niño beba más líquidos.

El cuerpo consume mucha más energía cuando la temperatura corporal es elevada, por lo que la demanda aumenta. Por tanto, se aconseja beber entre un litro y un litro y medio de agua adicional para evitar la deshidratación.

¿Qué debo hacer si tengo una convulsión febril?

Una convulsión febril suele producirse entre los seis meses y los cinco años de edad. Preste atención al momento y tranquilice a su hijo para que no pueda hacerse daño.

Por término medio, una convulsión febril dura sólo unos minutos. No suele presentar complicaciones. Sin embargo, si la convulsión febril dura más tiempo (más de tres a cinco minutos), acude al médico o llama a los servicios de urgencias para que te den más instrucciones.

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