Icono del sitio Soy estudiante

Niños al cuidado de otras personas: un reto para los padres y una oportunidad para los hijos

Kindergarten Erzieherin mit kleinen Kindern

Los padres preferirían no separarse de sus pequeños. Pero el trabajo o los negocios y la vida cotidiana, con sus muchos retos, a menudo no permiten el cuidado familiar durante todo el día entre semana. Para muchos niños, el tiempo fuera de sus propias cuatro paredes ofrece incluso un apoyo lúdico al desarrollo y valiosas oportunidades de intercambio social. Por ello, los padres deben considerar el cuidado en una guardería como una gran oportunidad para el niño. No obstante, es necesaria una mirada crítica y cierta preparación para que los niños también se desenvuelvan bien en el cuidado externo.

1. las guarderías como alivio para los padres

Las guarderías valen su peso en oro para la provisión económica de la familia, pero también para la economía general de nuestra sociedad. En ellas, los pequeños reciben los cuidados adecuados a su edad, se exponen regularmente al aire fresco y experimentan la variedad entre sus iguales, mientras los padres pueden dedicarse a su trabajo.

La preocupación de muchos padres por la seguridad de sus hijos es injustificada. En una buena guardería, los cuidadores experimentados conocen todas las necesidades de un niño pequeño. Responden a ellas de la forma más individualizada posible e interactúan con los padres casi a diario cuando les entregan al niño.

Generar confianza: Los padres deben asegurarse de que, cuando recogen a su hijo por la tarde, los cuidadores les informan exactamente de cómo ha ido el día, qué problemas ha podido haber y cómo se han resuelto. En ese momento, los padres que mejor conocen a su hijo pueden dar pequeños consejos sobre cómo deben reaccionar los cuidadores la próxima vez que surja una situación problemática similar. Gracias a este estrecho intercambio, se genera confianza y cada niño recibe los cuidados que necesita.

2. plan de emergencia para administrar medicamentos en la guardería

Si se advierte la presencia de un niño en la guardería debido a molestias y síntomas, no se permite la autoadministración de medicamentos al azar ni de remedios caseros. Sin embargo, el médico que atiende al niño puede escribir una orden -por ejemplo, en caso de enfermedades crónicas con prescripción de medicación interrumpida- que los padres entregan como contrato de suministro a los responsables de la guardería. La administración de medicamentos naturales o complementos alimenticios sin receta está regulada con menos claridad en las ordenanzas nacionales, municipales y específicas de cada centro. Aquí, por ejemplo, se recomienda una autorización de urgencia para los niños con problemas de alergia en consulta con el personal de la guardería.

En cualquier caso, la guardería debe recibir instrucciones precisas para la administración de medicamentos firmadas por el pediatra. Estas instrucciones deben incluir el nombre del medicamento, la dosis, la forma de administración y las horas a las que debe administrarse. Sin esa orden del médico, las guarderías no administrarán ningún medicamento por su cuenta, ni siquiera los de urgencia, y avisarán a un médico de urgencias en caso de emergencia.

Por tanto: si sabes que tu hijo padece determinadas alergias o enfermedades crónicas, como asma o epilepsia, y un determinado medicamento, como un aerosol para el asma, debe estar siempre a mano, coméntalo con el pediatra y haz que confirme la orden correspondiente. La mayoría de las guarderías disponen también de un formulario preparado para este fin, que sólo tiene que rellenar el médico.

3. equipamiento de la guardería

En principio, los niños van adecuadamente equipados con ropa adecuada y una mochila infantil. Para el comienzo de su nueva vida en la guardería, una mochila infantil de colores, ligera y con el diseño de los personajes favoritos (osito, burro, cebra y similares) es a la vez un compañero de peluche y un utensilio para guardar la panera y la botella de agua. Los padres pueden dejar una muda, zapatillas, botas de goma, macuto y cepillo de dientes en una bolsa extra para uso permanente.

En la guardería, los niños descubren un mundo lleno de posibilidades, nuevos juegos y oportunidades de interacción con otros niños. Pero también aprenden límites y normas claras.

Éstas permanecen en la guardería y son utilizadas por los cuidadores cuando es necesario. Al principio del año Kita, los padres reciben una lista de las cosas necesarias que el niño debe tener en la guardería. Por favor, asegúrese de revisar la lista por completo y de conseguir todo lo que la guardería indique que es útil y necesario. Su hijo tiene un trabajo al ir todos los días a la guardería. Sólo podrá hacerlo bien si está bien equipado.

Pregunta a tu hijo todos los días qué ha experimentado en la guardería y si ha habido algún problema, por ejemplo, si no ha querido ponerse los pantalones embarrados. También intercambia información regularmente con otros padres para saber qué cuentan otros niños sobre su vida cotidiana.

4. vida familiar, trabajo y guardería: ¿cuándo tiene sentido?

Un punto de discordia frecuente en el entorno social y comunitario es el momento adecuado para entregar a los niños a la guardería. ¿A qué edad es sensato el cuidado fuera del hogar? Demasiado pronto sólo es posible en casos individuales. Por eso, la inscripción debe hacerse lo antes posible.

La razón: por regla general, los niños se benefician de una entrada temprana en este nuevo entorno social. Aprenden de sus compañeros, imitan a los niños mayores de la guardería y experimentan conflictos y soluciones en una fase de desarrollo extremadamente receptiva.

La ordenada estructura diaria también refuerza la independencia y la capacidad de adaptarse a reglas fijas y comunes a una edad temprana. Además, los niños de guardería aprenden cada día nuevos juegos y amplían su bagaje de experiencias, por ejemplo con juegos creativos de habilidad.

5. el jardín de infancia como importante contacto social para los niños

Los padres y sus hijos están bajo constante observación en el entorno personal y local. Los niños silenciosos son juzgados rápidamente como «deficientes del habla», los niños perezosos como «deficientes cognitivos». Sin embargo, el ritmo de desarrollo es tan diferente como cada carácter. En el entorno social de la guardería, los niños con un desarrollo más lento se sienten cómodos entre otros niños de su mismo nivel o comparable.

Cada niño tiene su propio ritmo. En la guardería, los niños más lentos pueden dar sus primeros pasos sin la presión de los adultos, aprender a hablar y poner a prueba sus capacidades sin críticas constantes. Esta interacción social temprana también fomenta habilidades blandas posteriores como la empatía, la amabilidad y la ambición.

Conclusión
A los niños entre los niños les gusta olvidarse del mundo que les rodea e incluso de sus padres. En la guardería están en buenas manos, con más oportunidades para desarrollarse de forma independiente que en la atención diurna en casa. Estar entre iguales es motivación, aprendizaje lúdico e intercambio social diario, todo al mismo tiempo.

Los padres jóvenes suelen tener miedo de dejar a sus hijos al cuidado de otras personas. Temen que el niño no reciba suficiente atención y se exponga a riesgos. Pero los padres ganan confianza rápidamente cuando interactúan estrechamente con los cuidadores y otros padres. Si te da miedo la rutina de la guardería: Deja que tu hijo viva sus propias experiencias y supere los retos por sí solo. Sólo así ayudarás a tu hijo en su camino hacia la edad adulta.

Salir de la versión móvil