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Educación no sexista: cuando los roles de género se combaten en la guardería

Mädchen als Superheld
¿Cuál es el objetivo de la educación no sexista?

La educación no sexista quiere romper con los modelos tradicionales. Los niños deben poder desarrollarse con mayor libertad e independencia.

¿Dónde se aplica ya este planteamiento?

El pionero del enfoque pedagógico es el norte de Europa.

¿Qué dicen los críticos?

Los críticos opinan que los niños necesitan las categorías de género para poder clasificarse y orientarse en la sociedad.

Los niños retozan y juegan con dinosaurios y corren con el coche de juguete, las niñas prefieren tener a mano muñecas y peluches: es bastante normal, ¿no? Hoy en día, estos modelos estereotipados de conducta se tambalean cada vez más. Especialmente en el norte de Europa, la gente intenta evitar estos clichés de roles. Sin embargo, no sólo se oyen elogios, sino también muchas críticas y voces discordantes.

Por ello, a continuación le presentaremos el moderno concepto pedagógico de la educación no sexista y le explicaremos lo que es importante.

[button]Más bibliografía sobre el tema[/button].

1. hechos básicos: Género no es igual a sexo

El género no es igual al sexo.

Si se aborda el problema del género en general, no se puede evitar cuestionar conceptos fundamentales. Por ejemplo, no sólo existen los dos géneros chico y chica, porque el término «género» se diferencia en un género biológico y otro social. Esto causa confusión a muchos. La diferencia es más fácil de entender en inglés: Allí se distingue entre «sex» (sexo) y «gender» (género).

«Sex» expresa el sexo biológico, es decir, una persona o un niño es anatómicamente un hombre o una mujer. «Gender», en cambio, es el sexo social y se refiere sobre todo a la vestimenta y el comportamiento, aprendidos desde nuestra más tierna infancia.

Especialmente en el caso de los bebés, la gente suele concluir si es niño o niña basándose en la ropa. Si el bebé del pelele rosa tiene además una muñequita en el cochecito, el caso está clarísimo: es una niña. Es precisamente en este punto donde se mezclan «sexo» y «género» o género biológico y género social. Hoy en día, este proceso de pensamiento se percibe cada vez más como un problema y es aquí donde entra en juego la educación neutral en cuanto al género.

2 Educación neutra en cuanto al género: No existen los niños y las niñas.

Los niños también pueden jugar con muñecas.

La crianza con neutralidad de género consiste en educar a los hijos sin los típicos estereotipos de roles. Sin embargo, lo que mucha gente confunde es que no se trata de abolir los géneros, es decir, niño y niña, sino de dar a los niños la libertad de desarrollarse independientemente de estas ideas tradicionales.

«Igualdad de oportunidades y no igualitarismo» es, pues, el lema de la educación no sexista. Así, los niños deben ser educados, de momento, lejos de los clichés comunes. Luego se les da la opción de elegir si quieren asignarse a sí mismos y dónde.

Para facilitar la comprensión, he aquí un ejemplo cotidiano:

Estás en la sección infantil de una tienda de ropa con tu hijo pequeño. La paternidad no sexista dicta que no se dirija automáticamente a la sección de chicos con su hijo. El niño debe decidir por sí mismo qué ropa quiere ver. Si elige un vestido rosa, no pasa nada. Tampoco pasa nada si quiere un jersey azul con un dragón.

De lo que se trata es de enseñar a los niños que el comportamiento basado en roles (por ejemplo, si tu hijo elige el jersey azul con un dragón) está perfectamente bien, pero no es coercitivo. Así se garantiza que los niños se desarrollen con libertad e independencia y también que se enfrenten a su entorno con más apertura.

2.1 Suecia es pionera en la educación no sexista en la guardería

Los suecos son, como tantas otras veces, pioneros en este campo
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Un ejemplo muy destacado de educación no sexista en la guardería se encuentra en Suecia. La guardería «Egalia» ha interiorizado este enfoque pedagógico y lo aplica a diario. Aquí, a los niños se les llama por su nombre o por el pronombre de género neutro «hen». Si los niños lo desean, también se dirigen a ellos con los pronombres personales «han» (él) o «hon» (ella). La decisión es enteramente de los niños.

Consejo: «hen» en sueco significa lo mismo que «es» en alemán, salvo que no se refiere a objetos como nuestro «es» alemán, sino específicamente a personas que no se asignan a un género.

La razón para distanciarse de los pronombres personales comunes para él y ella, y también para decir simplemente niño en lugar de niño o niña en el jardín de infancia sueco, es que para la directora Lotta Rajalin estos términos están demasiado ligados a los modelos de conducta comunes. Todo el mundo tiene una imagen de cómo es un niño o una niña y de cómo debe comportarse debido a su propia educación.

En la guardería Egalia no es así. Aquí se anima a los niños a probar cosas. No se anima a los niños a retozar más que a las niñas. A estas últimas no se las relega a la casa de muñecas. Se supone que los niños aprenden habilidades, desarrollan intereses y exploran sentimientos en este entorno sin que estos comportamientos se categoricen directamente.

2.2 Otros países, ¿mejores costumbres?

Las diferencias de género pueden hacer que los niños experimenten injusticias
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Pero no sólo en Estocolmo (Suecia) se pueden encontrar estos planteamientos educativos. También en Islandia, Estados Unidos, Canadá y México se está apostando por la educación no sexista. En Alemania, en cambio, el enfoque educativo lleva todavía mucho tiempo.

Sus defensores subrayan que los niños, sobre todo las niñas, se beneficiarían de este enfoque. A través de la interiorización y la aplicación subconsciente de los roles de género comunes, argumentan, fundamentalmente confiamos menos en las niñas. Según esta línea de argumentación, la educación no sexista en la guardería y en casa tendría un efecto positivo en el desarrollo y la confianza en sí mismos.

El Instituto ifo de Investigación Económica, con sede en Dresde, también considera problemático que este planteamiento caiga actualmente en saco roto en Alemania. La evaluación de un estudio demostró que los niños y las niñas se ven incluso influidos negativamente por experimentar injusticias en el curso de su desarrollo que pueden atribuirse a su género. Por ello, una educación no sexista podría ser un paso en la dirección correcta para garantizar la igualdad de oportunidades, como es en realidad el objetivo de la política.

3 Críticas y voces discordantes

No todo el mundo está a favor de la educación neutra en cuanto al género
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No todo el mundo apoya el planteamiento de la educación neutra en cuanto al género. Los críticos temen que este método educativo pueda incluso tener un efecto negativo en los niños. Dicen que la asignación de género es elemental para un posterior sentido de pertenencia a la sociedad. También se señala que los niños con tutú y las niñas jugando al fútbol podrían verse expuestos a ataques de acoso por parte de otros niños. Los padres también tendrían que enfrentarse a duras críticas incluso dentro de su propia familia. Si una conformidad general con las denominaciones comunes debe primar sobre una forma de desarrollo independiente al margen de ellas es algo que cada cual debe valorar por sí mismo.

En algunos casos, entre los críticos circulan duros prejuicios. Se habla de «lavado de cerebro» o «adoctrinamiento» de los niños. Sin embargo, siempre hay que tener en cuenta que el comportamiento de niños y niñas, que consideramos típico o normal, es en sí mismo aprendido y no natural.

Los investigadores han podido averiguar que sólo existen predisposiciones genéticas mínimas para el comportamiento de roles destacados de hombres y mujeres. Por ejemplo, los niños son más activos en el útero que las niñas. Suelen ser más conscientes del riesgo y más físicos más adelante. Las niñas, en cambio, desarrollan más rápidamente las capacidades de desarrollo del lenguaje y la motricidad fina.

Pero la línea que separa el condicionamiento genético de la educación es difícil de trazar después del nacimiento. Un experimento social demuestra hasta qué punto adaptamos nuestro comportamiento cuando nos enfrentamos a bebés supuestamente masculinos o femeninos. En este vídeo se ve cómo criamos a los niños basándonos en nuestras expectativas subconscientes:

4. bibliografía adicional sobre el tema

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